Siempre he pensado que proclamar la igualdad en las personas es un gran error asentado en la sociedad. No todos somos iguales, aunque nuestras diferencias no nos hacen merecer tratos diferenciados jerárquicamente.
Nos están poniendo una venda sobre los ojos que nos impide ver más allá de la realidad, haciéndonos creer que esa afirmación es cierta.
Cada persona tiene alguna carencia, sea del tipo que sea. La perfección y el tenerlo todo son metas inalcanzables. Es una mera ilusión.
¿De qué está hecho el ser humano sino de faltas? Cada falta va creando nuestra propia personalidad, cada falta nos hace únicos, nos hace diferentes.
Lo importante es saber convertirlas en virtudes, aprender a no ver límites sino rutas alternativas.
Las enfermedades denominadas raras son patologías crónicas caracterizadas por su baja prevalencia, es decir, porque afectan a un número muy reducido de personas en una sociedad.
Exactamente a menos de cinco de cada diez mil habitantes para pod
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